Haz memoria, recuerda aquellas veces
que te viste envuelto en diversos conflictos laborales, económicos o
personales, debido a la mala implementación de gestos y palabras.
Los errores de comunicación son
principalmente eso, la transmisión confusa o errónea de un mensaje.
Conjuntamente entrarían en contexto los
comentarios que solemos hacer y no generan ninguna acción en los demás. O sea,
transmitimos un mensaje y las otras personas entiende perfectamente lo que
queremos decir, pero no logra ningún impacto en ellos.
Ahora ¿Cómo hacer para transmitir un
mensaje realmente entendíble y que al mismo tiempo pueda influir en los demás?
Tendré que admitir que no es para nada
sencillo. Pero existen dos reglas básicas que podrán ayudarte.
1)
No usar verbos en condicional
Este es un síntoma de inseguridad y
timidez. No uses palabras como: Podría, debería, estaría, me gustaría, entre
otras.
Si deseas transmitir un mensaje, se
directo, deja claro lo que quieres. Generarás una acción por parte de la otra
persona.
Por ejemplo:
Incorrecto -Deberías ir a la fiesta- Le das la
opción a la persona de decidir entre ir y no ir. A demás de demostrar, que te
daría igual la presencia de esa persona en ese lugar.
Correcto -Debes ir a la fiesta, no será lo mismo
sin ti- No das opción alguna y demuestras que su presencia en ese lugar, es
realmente importante para ti.
Este ejemplo puede ser alterado para el
entorno deseado, ya sea laboral o personal.
2)
Distinción de ambiente y contexto
Las distinciones concretas o abstractas
de circunstancias en que se sitúa un hecho, son realmente importantes, para
demostrar la capacidad que posees durante el intercambio de información.
En resumen, si deseas tener más poder
para influir y convencer a los demás, deberás buscar los argumentos adecuados
para cada situación y persona.
Lee e infórmate bien de los temas que
posiblemente trates con otros. No intentes sobresalir en conversaciones, donde
no tienes ni la más mínima idea de lo que estás diciendo.
Recuerda que, no causas el mismo
impacto en una persona en ambientes distintos. Hablar en una discoteca no es lo
mismo que hablar en una entrevista de trabajo.
Estos consejos aunque parezcan muy
pocos, son los necesarios para evitar confusiones o malas interpretaciones de
nuestros mensajes, influyendo positivamente en los demás.
Antes de concluir con este tema,
anexaré una historia que seguramente conoces, pero me ayudará a aclararte lo
expuesto en este post.
EL
Sueño del sultán (Autor desconocido)
Un sultán soñó haber perdido
completamente sus dientes. Al despertar, atemorizado, mandó a llamar un adivino
para que le interpretase su sueño.
El adivino al escuchar atentamente a lo
que tenia que decir el sultán, exclamó.
-¡Oh, qué desgracia señor mio! cada
diente caído representa la muerte de un pariente suyo.-
-¡Qué atrevimiento! (gritó el sultán).
¿Cómo te atreves a decirme eso?
Mis guardias te darán tu merecido
castigo, cien latigazos.-
Preocupado, el sultán ordenó que
trajeran a otro adivino, para que le ayudará a entender lo que había soñado.
El segundo adivino al escuchar al
sultán, le comento:
-¡Maravilloso señor! todas y cada una de
las cosas que me ha contado me indican, que sobreviviréis a todos vuestros
parientes-
El sultán con una gran sonrisa, gritó a
sus guardias, que pagaran al adivino con cientos de monedas de oro.
Al salir el adivino del palacio, un de
los nobles del poblado le dijo:
-¡Increíble, como es posible que habéis
hecho la misma interpretación que el primer adivino, y en vez de darte
latigazos al igual que el, te regalan monedas de oro-
A lo que responde el adivino
-Recuerda amigo mio, todo depende de la
forma en que se transmite un mensaje. Ese es uno de los grandes desafíos del
ser humano, aprender el arte de la comunicación. De la buena comunicación
depende, muchas veces, la paz o la guerra, la felicidad o la desgracia-